domingo, 15 de septiembre de 2019

Memoria de Elefante

 Es difícil escribir acerca de algo que atravesó tu vida como un rayo. Que te viene acompañando de hace décadas. Aunque existía desde mucho antes. Casi como un abuelo que ayudó a que crezcas. Como un cuento donde sos uno más de los personajes. Menores y poco trascendentes seguramente. Pero un cuento del que formaste y formas parte. Lo que debo confesar es que muchos de los mejores momentos de mi vida, los viví dentro de ese cuento celeste y amarillo. Y muchos de los malos momentos. Cuando nuestros maestros pasaban a ser recuerdo. Pero de cada uno de ellos recibí una pincelada. Una palabra. Un consejo. Porque la vida es eso. Crecer, aprender y desparramarse. Como un río. Con la resonancia de un río. Que encuentra donde seguir su cauce. Como nos enseñaron. A dar siempre. A preguntar qué hace falta. Y ahí ponerse a trabajar. Con objetivo de ser útiles, no importantes. Y así vamos caminando juntos ésta historia. Este cuento que recién lleva cien años. Con la locura y el esfuerzo de muchos. Pasen. Pasen y vean lo que hicieron hace cien años chicos que tenían dieciocho años. Que soñaron grande. Que supieron tempranamente que el secreto de todo en la vida es dar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario