sábado, 14 de enero de 2012

Agonía (Para el Gonza)

Yazgo. Me destriparon desde el plexo hasta el ombligo. Dreno por otra cuchillada en mi costado. Me canalizan. Me medican. Escucho movimientos. Voces que deciden. Yo no quiero más. Me manosean. Mi corazón explota.

Hablan de un estreptococo.

Me cambiaron la medicación. La presión se altera. Vienen pocos. Lloran. Me lloran.

Sube mi temperatura. Ahora baja. Mejoran las expectativas casi al mismo tiempo que se diluyen. Y pasan los días. Me desdibujan. Se encarnizan. Me torturan.

Estoy desfigurado.

Cada día mi caricatura es más patética. Mi hijo reza. Siguen buscando una cura.

Acá hay gérmenes. Hijito no, no vengas.

La veo llegar. Me entrego. No es una calavera blandiendo una hoz. Es más linda. Me respeta. Me pregunta.

Te dejo, hijo. No puedo más. Esta bolsa llena de afectos es todo lo que hice en mi vida.

Bien o mal. Como pude.

Voy abandonando lento el pensamiento, el amor y los sueños. Ahora levito frente a mi cuerpo mutilado.