domingo, 8 de abril de 2012

Ese disparate llamado Guerra

La guerra es soberbia. “Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla”. Con una gomera. Con unos cuantos soldaditos que esconderemos al regreso. Porque nos incomodan. Eso es la puta guerra. Es un cuerpo de mujer que aguarda en la cama el milagro del regreso. La foto de un pibe apretada contra el pecho de su vieja. Una chaqueta verde acribillada en el campo de batalla. Un cuerpo mutilado. Un anillo sin dedo. Un rosario apretado en el puño de trinchera. Eso es la puta guerra. Novias sin esperanza. Sueños a la intemperie. Locura y llanto. Hombres que se suicidan por no poder seguir viviendo el infierno en sus cabezas. Muertes predecibles de abril a junio que coinciden con el almanaque interior. Son soldaditos de provincia que fatigaron días y noches. Metiditos en trincheras. Llorando penas. Sufriendo frío. Teniendo hambre. Muertos de miedo. Eso es la puta guerra. Gente que no consigue laburo cuando se declara ex-combatiente. Hombres a quienes se les truncó la existencia. La guerra es un pibe que hace treinta años aprendió a pegarle a la pelota solo. Contra una pared. Porque no había papá que la devuelva. Porque su mamá, tiritando el alma, un día le contó que su papá, había muerto como un héroe.

1 comentario:

  1. Comparto Diego un día viernes un documental con el otro lado de la guerra lo que contas la del sufrimiennto las mutilaciones el hambre las pestes la muerte.Pero muchos compraron de la guerra al muchachito abraxa

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