DOS MUJERES
Las presiento por las noches encerradas de insomnio, advertido de que escurren el tiempo en mí, plateándome.
Cuando el espejo, devuelve irreverente pero honesta mi figura.
Salgo entonces a juntarle las hojas a mi otoño, con nostalgia de futbol en la radio de domingo.
Mientras otros, transcurren su vida en la ventana, luchando en vano con culpa de pecado.
Yo, peleo por ser libre y atreverme. Día a día. Aunque se quemen las tostadas.
En los días del amor y el desamor. Cuando el tiempo vuela sin poder levantar vuelo.
Devanándome entre dos mujeres altivas. Revoltosas.
Y aunque sepa que mañana será igual, continúo confundido y ambiguo.
Seducido por la vida. Fascinado por la muerte.
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